Ya sea dulce o salado; por la mañana, por la tarde o por la noche; en la playa o en la calle, la comida al paso o comida callejera en Brasil es un espectáculo de colores y sabores que se manifiesta a diario en todo el país. Frutas y jugos naturales para desayunar, dulces para alegrar el paladar, quesos y frituras para cuando llega el momento del hambre y bebidas para saciar la sed. Si viajas a Brasil, todo lo que necesitas puedes encontrarlo en la calle.
Entre los dulces más habituales aparecen las tapiocas -rellenas de banana y algunos dulces-, las cocadas, los churros -los mismo que se consumen en España y muchos países de Sudamérica-, las pipocas, el brigadeiro -hecho con leche condensada, mantequilla y chocolate, el bolo de rolo -tradicional del nordeste-, el beijinho de coco y el Romeo y Julieta.
En cuanto a lo salado lo más tradicional es ver coxinhas -croquetas de pollo-, acarajé -pan de frijol blanco-, pao de queijo, queijo coalho -queso frito en tiras-, pastel de carne -o de queso o camarón-, empanada de camarón, kibe -croqueta árabe de carne picada-, croquetas de bacalao y milho de mantequilla.
Por supuesto, tampoco faltan las bebidas. Además de las clásicas gaseosas o cervezas que pueden encontrarse en cualquier sitio, en Brasil es abundante la variedad y frescura de zumos naturales. El agua de coco, la caipirinha y la guaraná, son sin duda tres de los protagonistas principales dentro de las bebidas callejeras en Brasil.