El consumo de insectos, una práctica antigua
Es México uno de los países donde el consumo de insectos también es aceptado. África y, por último Brasil, se unen a esta lista. Sí, en Brasil, muy cerca, en nuestro pequeño lado del continente se sigue practicando el consumo de distintas especies de insectos, práctica que tiene muchísimos años de haberse originado en estas tierras. Las modalidades de preparación y los tipos de animales, son cuentan una considerable cantidad; todo esto, es parte de la herencia dejado por los aborígenes.
EN el siglo XVI, según lo comenta Sheila Moura, los indígenas de Brasil comían una larva que hace vida en el bambú y tiene grandes enjambres en los bosques de este tipo de planta. Para degustar uno de estos, los indígenas, en primer lugar, le retiran la cabeza y los intestinos. Si llegasen a consumirse estas partes del gusano, provocaría un efecto alucinógeno. Algunos de los expedicionistas que decidieron probar el bocado entero, sin purificación, tuvieron una experiencia que comentan como “alucinada”, terminaron en Minas Gerais argumentando que era la mayor delicia que habían probado en sus vidas y que su sabor era similar a una “crema exquisita”.
Experiencias y puntos de vista
En uno de los libros más populares que se han escrito sobre la culinaria de Brasil, un famoso viajero fue inspirado por uno de los extraños platos que probó en la selva, tanto que le dedicó una parte entera de su libro. Comenta: “los conceptos alimenticios representados en una dieta de larvas, hormigas autóctonas, carne sujeta a un proceso de semi-descomposición, los quesos añejos, entre otros, asombraron a los civilizados devotos”. Las normas de la cocina pueden variar mucho, dependiendo de la visión propia de cada lugar.
Los insectos son un alimento, en definitiva, no muy bien visto por la mayoría, no obstante, ya sea por las sensaciones particulares que sus sabores producen o por la necesidad de tener algo de qué alimentarse, son, hoy día, un alimento cotidiano para muchas tribus y un curioso pasabocas para citadinos y extranjeros.
Una cocinera, proveniente de las profundidades del amazonas, Josefa Golcalvez, mejor conocida como Doña Brazi, recuerda los orígenes de su tribu, de su familia, en la tribu Baré, donde cada día, caminaban al bosque a recoger hormigas, esto en la periferia de la ciudad de San Gabriel de Cachoeira.
Lo que hacían era clavar un palo, una rama en la parte más suave de la tierra, para descubrir las hormigas, esto las agitaba considerablemente; no obstante, a pesar del peligro que parece representar este acercamiento, los campesinos y los cazadores de hormigas experimentados saben que hay momentos en que las hormigas no muerden, por ejemplo, justo después de haber llovido y también cuando hay luna nueva. Las hormigas suelen ponerse en agua hirviendo con sal, con ella se aprovecha una excelente salsa vinagreta de hormigas con tomate, pimentones, chiles, cebollas, cebollines, cilantro; todo perfectamente picado para hacer una buena reducción. Esta preparación es ideal para acompañar cualquier plato, incluso el pescado.
Tradición y cultivo de hormigas
Quien se tomó la tarea de escribir sobre el tema fue un cronista muy reconocido a nivel mundial, en sus tratados habla de la experiencia y el sabor que tienen, cómo puede combinarse un plato así, e incluso, habló de su gran sabor. Si, sin duda, las combinaciones deben ser muchas. Tratando de describir este sabor especial, el escritor dice: “su sabor mezcla la hierbabuena y con otras hojas y haces de esto un plato estupendo y fuerte.”
En otra fase de su vida, las hormigas también son consumidas, tanto en el norte como en el sureste del país. Los Tanajuras son hembras aladas que salen de los hormigueros para jugar. En el vientre llevan sus huevos y se ven mucho más grandes de lo que son, incluso más que los machos. Entre septiembre y diciembre pueden verse más que en otras temporadas. Así es que, de ellas incluso, ha llegado a desarrollarse un mercado, pues son cotizadas no solo en el país, sino también en el exterior. Existen sitios de cultivo y cuidado de esta especie.
Si vas a Brasil, es ideal que conozcas las delicias que los insectos tienen para ofrecer y siempre es bueno vivir una nueva experiencia y más cuando se trata de aquellas que atañen al paladar pues son inolvidables.