Inicios
Dándonos una vuelta por el pasado, cuando todavía los españoles poseían esclavos africanos, tiene su origen esta receta. La misma tiene dos puntos importantes que la generaron; primero, fueron los españoles quienes comenzaron a implementar la costumbre de cocinar las distintas partes del cerdo para degustar en sus fiestas.
Pero fueron sus esclavos, los cuales guiados por el hambre que sentían, comenzaron a mezclar estos restos de cerdo ―después que tenían lugar las celebraciones de los dueños del hogar y sin que estos se percataran―, con frijoles negros que recolectaban o hallaban, para saciar su hambre. Creando sin saberlo, lo que hoy conocemos como “Feijoada”.
Y es que la traducción al castellano de la Feijoada es literalmente «frijolada o frijoleada», debido a uno de sus ingredientes protagónicos: el frijol negro ―principalmente―, blanco o rojo, sal y carne de cerdo. Aunado a la popular harina de mandioca que es colocada a modo de lluvia una vez esté listo.
Curiosidades
Están tan arraigadas las raíces de este plato a la cultura en Brasil, que a la Feijoada se le otorgó un día especial donde es consumida. Estos son los miércoles y sábados; en los cuales las familias se dedican a su preparación, y en los restaurantes también se avocan a la causa, añadiéndolos al menú como plato especial.
Un dato interesante es que, aunque en otros países se trataría de un plato solo para la clase media, en Brasil los consumen miembros de todas las clases sociales. Siendo incluso uno de los alimentos más conocidos internacionalmente.